Poema dedicado, regalo sorpresa, a Anabel Caride el día de la presentación de su nuevo poemario, que da título también a este poema escrito por un aprendiz de escritor.
Lloverá sobre tu nombre,
lloverá sobre tus ojos
que ven lo que yo no veo.
Escucharás la lluvia,
que no cantará para nosotros.
Y aspirarás su aroma sobre la tierra húmeda.
¿A qué te sabe?
Lloverá sobre tu nombre,
empapará tu vestido y brotará
en ti un poema
que me sorprenda.
Papelote disperso, terror de las polillas.
Quiero aprender a mirar, ciudadana del verso,
como lo haces tú.
Yo quiero
sentir un día
que llueve sobre mi nombre.